mardi 25 septembre 2007

Tortosa y el Delta del Ebro



Ciudad mediterránea de las tres culturas A menudo se ha definido Tortosa como ciudad encrucijada en la que confluyen los antiguos territorios de la Corona de Aragón. Punto de encuentro del río Ebro y el mar Mediterráneo, y de convivencia entre diferentes culturas. El hecho de que el Ebro fuera la entrada natural desde el Mediterráneo hacia el interior de la península la ha convertido en ciudad de paso y de confluencia durante la mayor parte de su historia. La intensa actividad comercial y militar de los puertos marítimo y fluvial de la ciudad ha sido su motor económico. Sarracenos, judíos y cristianos convivieron durante tiempo en esta ciudad, lo que nos permite seguir las huellas de estos pueblos que la han habitado durante siglos y que han dejado la herencia de un rico patrimonio histórico-artístico. El castillo de La Suda, el Palacio Episcopal, la catedral de Santa Maria, los Reales Colegios, el call o judería, el recinto amurallado y el modernismo son algunos de los atractivos de los que el visitante puede disfrutar durante su estancia en nuestra ciudad
Visitas recomendadas
Castillo de La Suda. Situado en la antigua acrópolis romana, los cimientos y el trazado de las murallas que se conservan corresponden al siglo X. A partir del siglo XV sufre importantes modificaciones para adaptarse a las diferentes necesidades defensivas. Convertido actualmente en Parador de Turismo desde el que pueden observarse unas magníficas vistas de la ciudad, del río Ebro y del macizo de Els Ports.
Catedral de Santa Maria. Construida en el siglo XV. El edificio, de estilo gótico y fachada barroca, posee una planta de tres naves sin crucero, con cabecera y doble deambulatorio, por cuyo motivo es único en Cataluña. Destaca la capilla barroca de la Virgen de la Cinta.
Reales Colegios. Conjunto de edificios del siglo XVI del que destacan las portaladas, en especial la del colegio de Sant Jaume i Sant Maties. Fundados por Carlos V y construidos en tiempos de Felipe II, su función era educar a los moriscos o nuevos cristianos. Destaca también el patio de marcado estilo renacentista, considerado único en Cataluña.
Call o Barrio Judío. Uno de los más antiguos de Cataluña. La presencia judía en la ciudad está documentada ya a inicios del siglo VI. Del Call Nou se conserva el trazado de sus calles, las pequeñas plazas con pozos y su toponimia.
Recinto amurallado. Recorrer a pie las murallas del castillo de La Suda y las avanzadas de Sant Joan (s.XVII), recientemente restauradas, da una idea de la estratégica ubicación de Tortosa y de la potencia de sus estructuras defensivas.
Palacio Episcopal. Construido entre los siglos XIII y XIV, está organizado alrededor de un patio interior con galerías formadas por arcos apuntados que descansan sobre estilizadas columnas cuadrilobuladas. De la capilla destaca la monumental portalada escultórica y la bóveda de media estrella.

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